Las altas temperaturas, los periodos irregulares de precipitación así como la sequía amenazan, cada vez más, a los cafetales. Los altos costos de los insumos también impactan al sector.
Los cafetales en el occidente del país están siendo impactados por la falta de lluvias, según la Asociación de Beneficiadores y Exportadores de Café de El Salvador (ABECAFE) y productores de Santa Ana y Ahuachapán.
Carlos Landaverde, productor de café en el municipio de Chalchuapa, departamento de Santa Ana, estima que ha perdido el 40 % de su cosecha para el ciclo cafetero 2023/2024 por altas temperaturas.
«Aquí en Santa Ana solo un aguaje hubo, el cafetal floreó, pero después ya no llovió. Aquí está rodeado de productores grandes y pequeños, y el impacto va a ser parejo, porque a veces los pequeños somos más afectados por temas de fertilización, pero ahora no», comentó Landaverde, quien cuenta con 27 manzanas de bosque cafetalero.
Aquí (Santa Ana) está rodeado de productores grandes y pequeños y el impacto va a ser parejo. A veces los pequeños somos más afectados, pero ahora no.
Carlos Landaverde, caficultor
Ricardo Esmahan, director ejecutivo de ABECAFE, aseguró que Ahuachapán es una de las zonas más impactadas por el retraso en la temporada lluviosa.
«No ha llovido parejo, ha sido bien localizado. Por ejemplo, la zona del Bálsamo está bien floreada, pero en Ahuachapán sí hay un verdadero estrés hídrico, eso quiere decir que la cosecha ya está dañada, porque cuando llueva los cafetales van a florear, pero con desfase y eso atrasa todos los trabajos agrícolas», dijo.
«El incremento de temperatura en los cafetales ha afectado, los árboles se están muriendo de sed. Hay que ver cómo se desarrolla este invierno, porque puede que florezca, pero si nos cae una canícula cuando el grano de café esté en pleno desarrollo ese es un problema también», agregó el productor.
Esmahan dijo que, a diferencia de la zona occidental, en algunos municipios del oriente del país esperan lluvias hasta este mes, por lo que aún no hay afectaciones.
Ambos cafetaleros coincidieron en que la falta de lluvias podría aumentar la propagación de la roya.
Raúl Rodas, director ejecutivo del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), afirmó en una entrevista con LA PRENSA GRÁFICA que la roya es un problema y, si no se implementa un plan de manejo integrado con una buena planificación, podas y prácticas agrícolas, va a seguir impactando en la región centroamericana.
Hay que ver cómo se desarrolla este invierno, porque puede que florezca, pero si nos cae una canícula cuando el grano de café esté en pleno desarrollo, ese es un problema también.
Ricardo Esmahan, Director ejecutivo de ABECAFE
«Hemos tenido explosiones de variantes de la roya en algunos países que han golpeado dura y directamente la producción del café. Sumado a esto, el alto costo de los insumos y fungicidas para el manejo del hongo están casi inaccesibles para el mediano y pequeño productor de café en la región», manifestó.
El mercado cafetero está centrando su atención en el desarrollo de condiciones meteorológicas asociadas al fenómeno de El Niño. En El Salvador, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales prevé que este fenómeno inicie en julio, ocasionando aumento en la temperatura así como de modo inevitable una disminución gradual de las lluvias.
Es importante mencionar que esta situación no solo afecta al sector cafetalero, sino a otros, como ganadero, acuícola , cañero y la producción de granos básicos.
Más sectores afectados
La producción de granos básicos, hortalizas, el sector ganadero, acuícola y cañero también han expuesto su preocupación ante los impactos que podría causar el fenómeno de El Niño en El Salvador. El retraso de la temporada lluviosa ya afectó algunas milpas en la zona costera y cañales en el corredor seco. La falta de lluvia también retrasará las cosechas y provocará que los productores de subsistencia tengan menos alimentos disponibles.
*Redactado por La Prensa Gráfica
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